5 Razones para contratar a VJJ como asesor energético
1. Comienzan a subir las temperaturas. Con la llegada del verano, el consumo eléctrico se dispara. La ola de calor hace que la demanda de electricidad alcance niveles máximos en los últimos cuatro años.
2. ¿Esto qué significa? La factura eléctrica contiene diversos conceptos. En resumen, estos conceptos se dividen en tres partes:
- En primer lugar se encuentran los conceptos referentes a los coste de adquisición de la energía: Mercado diario, servicios complementarios y restricciones, pago por capacidad, pérdidas de energía…
- En segundo lugar se encuentran los coste de las tarifas de acceso: Término de potencia, término de energía activa, complemento por energía reactiva, penalizaciones por excesos de potencia…
- Por último, se encuentra el margen de beneficio del comercializador.
¿Cuál es la tarifa más adecuada a nuestras necesidades? ¿Qué nivel potencia deberíamos contratar? ¿Está mi comercializadora actual ofreciéndome el precio más competitivo del mercado? ¿De dónde procede la energía que consumo? Como podemos comprobar, reconocer todos estos conceptos y analizar qué cuantía se destina a cada uno de ellos, es un trabajo que sólo un agente especializado puede realizar.
3. La partida presupuestaria dedicada a suministro energético es la segunda partida más cuantiosa para una empresa, después de la partida de personal. La mayoría de las empresas contratan los servicios de un asesor contable y fiscal externo, o bien tienen su propio departamento de administración para tratar los temas relacionados con las nóminas de los trabajadores, las retenciones en el IRPF, el pago del IVA, etc… Con ello, las empresas se ahorran tiempo y, al fin y al cabo, dinero, ya que un agente especializado puede realizar la tarea de una forma mucho más eficiente. Entonces, ¿por qué no tratar la partida energética de la misma forma? Un buen asesor energético analiza los procesos de la empresa en busca de la eficiencia y la optimización, de forma que esto se traduzca en un ahorro energético y, por supuesto, económico.
4. El precio de la luz no ha dejado de subir en el último año. Ahora más que nunca es vital analizar, controlar y optimizar los procesos energéticos tanto de empresas como de organismos públicos y particulares. Poco a poco se van adoptando medidas de eficiencia energética que nos conducen no sólo al ahorro económico, sino también al ahorro energético, al cuidado del planeta, al uso eficiente de recursos, al uso de energías procedentes de fuentes renovables, etc… Un ejemplo de estas medidas son el proyecto FIESTA (Families Intelligent Energy Saving Targeted Action) promovido por la Unión Europea para ayudar a las familias a ahorrar energía en sus hogares y al que ya se han acogido ciudades como Logroño, Pamplona o Zaragoza.
5. Lo que no se mide, no se puede mejorar. La importancia de un asesor energético no sólo radica en su habilidad para conseguir un ahorro en nuestra factura, sino que es muy importante que el asesor sea capaz de ofrecer todos los datos que giran en torno a nuestra instalación. Conociendo estos datos podemos darnos cuenta de qué estamos haciendo bien y qué podemos mejorar. ¿Quién no se ha quedado encendido por descuido algún aparato eléctrico durante la noche? ¿Y todo un fin de semana? Tener toda esta información y hacer uso de ella es un arma con un poder mucho mayor del que pensamos, hasta el punto de que puede constituir una ventaja competitiva frente a nuestros competidores.
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